A 50 años del golpe de Estado que estremeció a Chile el 11 de septiembre de 1973, volver a mirar las imágenes fotográficas de la dictadura supone un poderoso ejercicio de memoria. A través de estos registros podemos aproximarnos a las experiencias de violencia, resistencia y cuidado mutuo que miles de personas vivieron por esos años, y reflexionar sobre la relación entre fotografía y memoria, especialmente compleja cuando se trata de hechos o procesos históricos cuyas heridas aún perduran. Pero también es importante preguntarnos por las dinámicas de circulación, conservación y puesta en valor de dichos materiales históricos y por las relaciones de inequidad que subyacen a ellas, en particular, respecto de la producción fotográfica de mujeres fotorreporteras.
En este sentido, el ingreso de la obra de Inés Paulino a las colecciones del Archivo Fotográfico y Audiovisual de la Biblioteca Nacional marca un hito, pues se trata de la primera fotógrafa cuyo trabajo está tan extensamente representado en el acervo de la institución. Nacida en 1944 en Sao Paulo, Brasil, Paulino migró a Chile en pleno gobierno de la Unidad Popular. En 1981, se convirtió en una de las fundadoras de la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI), agrupación que buscó difundir el trabajo y dar protección a los reporteros gráficos que trabajaban al margen de los medios oficiales. Sin formación profesional como fotógrafa, pero con el oficio de las comunicaciones y las letras al hombro, Inés Paulino se abrió paso en un rubro históricamente masculinizado, dejando una huella gráfica de alrededor de 60 000 fotografías en más de 20 años de ejercicio.
En su labor como fotorreportera de las revistas de oposición al régimen Apsi, Hoy y Clan, Paulino registró incansablemente la realidad de las calles de Santiago, denunciando la violencia de la dictadura militar, exponiendo la pobreza de las poblaciones y explorando las diversas estrategias de los ciudadanos para sobrevivir en un contexto de permanente amenaza. Entre los acontecimientos documentados por la fotógrafa están la conmoción popular desatada por las supuestas apariciones de la Virgen en Peñablanca, Villa Alemana, entre 1983 y 1988; las movilizaciones sociales entre 1984 y 1986 en distintos lugares de la capital; y los funerales del joven fotógrafo Rodrigo Rojas de Negri y del periodista José Carrasco, ambos asesinados por agentes del Estado en 1986.
En paralelo, por su labor en medios de prensa, pero también por sus vínculos personales y afectivos, la fotógrafa desarrolló una veta como retratista en la que demostró una habilidad y una sensibilidad particulares. Ante su lente desfilaron numerosas personalidades de la sociedad de la época, incluyendo a políticos, escritores, periodistas, artistas y fotógrafos. Algunos de estos retratos dieron pie a la primera exposición individual de Inés Paulino, exhibida en Galería Sur en mayo de 1984. La muestra, titulada “Autorretrato”, reunía un centenar de retratos realizados por la autora y luego enviados por correo a sus modelos para que estos los intervinieran: entre ellos estuvieron figuras como Nemesio Antúnez, Eugenio Dittborn, Diamela Eltit, Lily Garafulic, Nicanor Parra, Nelly Richard y Raúl Zurita, por nombrar solo a algunos. Posteriormente, la fotógrafa exhibiría su trabajo en varias exposiciones individuales y colectivas, tanto en Chile como en el extranjero.
La colección de Inés Paulino adquirida en 2016 por la Biblioteca Nacional consta de 5092 negativos monocromos en formato 35 mm capturados por la autora principalmente en Santiago entre 1984 y 1989. El material ha sido digitalizado, organizado y catalogado por el equipo del Archivo Fotográfico y Audiovisual de la institución y puesto a disposición del público a través de su plataforma en línea Biblioteca Nacional Digital. Paralelamente, se ha desarrollado un trabajo de investigación y de activación de este material que incluye una entrevista a la autora, donde se aborda su archivo, trayectoria y experiencias laborales en contexto de dictadura, así como las dificultades que este supuso para las mujeres que buscaron ocupar un rol público y ejercer la militancia por esos años. Todo lo anterior nos permite aproximarnos a nuestro pasado reciente, pero también proyectar una mirada hacia el futuro, integrando nuevos repertorios para la construcción de una memoria por venir y visibilizando las experiencias de fotógrafas de las que aún conocemos muy poco.
Descarga el artículo completo “Eres la primera. Miradas situadas sobre la colección fotográfica de Inés Paulino”, por Cynthia Shuffer.