El objetivo de este libro es describir y caracterizar una singular escena histórica vivida entre 1933 y 1942 en la costa del desierto de Atacama, en el puerto de Tocopilla, cuando la caza deportiva de la albacora movilizó el interés de extranjeros que, en el marco del extractivismo del salitre del sistema Guggenheim, hallaron en el mar un espacio para entablar una particular relación con la naturaleza, en que la caza de grandes peces otorgaba fama y distinción. Se lograron importantes hazañas deportivas que llenaron páginas de diarios y generaron diversos reportes de los círculos especializados en este tipo de cinegética. Hombres y mujeres, junto a sus esposas y esposos, y sus amigos, rompieron récords mundiales y fueron parte de una actividad conocida por sus riesgos, expectativas y triunfos, pero también por sus grandes fracasos y frustraciones.
El trabajo se basó, en gran parte, en diarios, periódicos, semanarios y magazines hallados en archivos estadounidenses, que difundieron por el mundo las proezas logradas en Tocopilla, situación que contrasta con el poco interés de los diarios chilenos, en los que casi no tuvo cobertura. La prensa internacional la elogiaba: “Tocopilla es un paraíso para los pescadores” dijo en 1940 la famosa ictióloga estadounidense Francesca La Monte, investigadora y curadora del American Museum of Natural History, de Nueva York, que llegó a Tocopilla junto al destacado pescador Michael Lerner, fundador de la International Game Fish Association (IGFA). Gracias a ellos dicho calificativo se reprodujo en una infinidad de diarios del mundo y en diversos boletines especializados en pesca deportiva.
Tocopilla fue una ciudad internacionalizada y la pesca deportiva de la albacora la hizo mucho más conocida en el resto del mundo.
Índice
9 p. PRESENTACIÓN
13 p. INTRODUCCIÓN
El paraíso de los pescadores.
19 p. TOCOPILLA, ELECTRICIDAD Y SALITRE: LA TIERRA DE LOS GUGGENHEIM (1933-1942).
31 p. LOS PESCADORES ARTESANALES Y LA CAZA DE LA ALBACORA.
Pescadores, mineros, albacoras y dinamitas.
45 p. LA PESCA DEPORTIVA EN LA DÉCADA DE 1930.
Cebar y capturar.
55 p. LOS PESCADORES DEPORTIVOS.
Williams Tuker: la inauguración tocopillana (1933). Entre el salitre y la pesca deportiva: George Garey (1934). Harlan Major, los aparejos y los siete hombres (1935). Albert S. Woodruff y el pez que no pescó (1937). Michael Lerner y la visita de American Museum of Natural History de New York (1940). Kip Farrington: el pescador escritor (1941). Otros pescadores e invitados.
105 p. LA PESCA FEMENINA.
Sara Houston Chisholm y el récord femenino (1939). Mrs. Edward Lowe y la marca que cedió (1940). Georgia Mc Coy: un mes de pesca y un récord (1940). Rose Saul Montgomery: récord con un marlín rayado (1941).
119 p. LOGÍSTICA Y VÍNCULOS.
Agencia Grace Line. Capturar y regalar: albacoreros y comunidad. Farrington y Lerner premiados por sus hazañas (1942). Reconocimiento a W.E.S. Tuker (1949).
141 p. CONCLUSIONES
155 p. AGRADECIMIENTOS
157 p. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS