Premios Nacionales bajo el lápiz de Benigno Verdugo

El filósofo Henri Bergson Señaló que el arte del caricaturista está en atrapar un rasgo, acaso imperceptible, agrandarlo y, así hacerlo visible a todos. La idea de dibujar a los premios nacionales empezó por casualidad, como casi todas las cosas en el universo de Omar Larraín. Demoró casi dos años en terminar alrededor de trescientas caricaturas. Revisó muchas fotografías, visitó diversos lugares, conversó con distintas personas.
El autor piensa que en sus dibujos se pueden ver mezclas de estilos y miradas: ”creo que de pronto elijo la simpleza; por ejemplo, hay caricaturas que no creo que sea necesario ponerles demasiado, como es el caso del actor de teatro que fue Premio Nacional, profesor y director de la Escuela de Teatro de la Pontificia Universidad Católica, Ramón Núñez, su caricatura me salió en una línea; tengo una técnica para dibujar, pero no es algo específico para la caricaturas; la trama me puede salir en una línea, con un achurado súper fino, casi como retrato, como lo que hice con Jorge Edwards; la caricatura casi siempre resalta los defectos de las personas, pero también puede mostrar las virtudes. En estas caricaturas no hay un afán jocoso, cómico, los dibujé con respeto, como los premio nacionales que son”.
Omar ha escogido un nombre que lo represente como artista. Benigno Verdugo. En realidad, su nombre completo es Omar Benigno Larraín Verdugo. Su abuelo materno de llamaba Benigno Verdugo Tapia. Era profesor de dibujo en el Liceo Luis Amunátegui. Omar no lo conoció. En gratitud a una posible condición heredada se puso el nombre de su abuelo como seudónimo.
Quedaron fuera las caricaturas de los premios nacionales de literatura, pues habían sido publicadas recientemente. Entre las restantes, Omar Larraín hizo una selección de 130 dibujos, de nuevo “como por casualidad”, eligiendo aquellos que le parecieron más representativas de su obra completa.